01/04/2023
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El sanlorentino Guillermo Rojo, guía a Gerard Descarrega a su segundo oro paralímpico

By on 29/08/2021 0 366 Views

10.756 kilómetros es la distancia que separa San Lorenzo de El Escorial de Tokyo. Una distancia en línea recta, como la distancia de los 400 metros que dieron en la capital japonesa el segundo oro olímpico a Gerard Descarrega. En esta ocasión, ligado a Guillermo Rojo.


En los últimos metros, como no podía ser de otra forma, Guille cedió el puesto a Gerry. Era el puesto de un chaval al que una enfermedad degenerativa, dejó invidente. En una entrevista, Descarrega quiso quedarse con lo bueno: «si no fuera ciego, con mis marcas no sería un atleta de élite».


Lo es. Un doblete lleva en la misma distancia paralímpica, en categorías distintas. La carrera fue un repaso con cierta competencia. Y es que las distancias del crono son siempre exiguas. Por detrás de los españoles quedaron los namibios Ananias Shikongo y Sem Shimanda (51.14 por 50.42 de los nuestros. Los terceros, los franceses Gauthier Makunda y Lucas Mathonat (51.74 en meta).


Rojo gritó a la cámara tras un abrazo eterno con Gerard al cruzar la línea de meta. «¡Vamos!», dijo. Trabajo, sacrificio y uno año que no se desea a nadie. Unos años que no se desean a nadie, viviendo entre Madrid, Sevilla y una maldita pandemia.


Martina, es la hija de Descarrega que tiene 27 años y a quien le queda carrera para rato. «Me gustaría ver la cara de mi hija. O la de Marta, mi mujer», dijo en una entrevista allá por el año 2019. Son caras sonrientes, Gerard. Las del orgullo de un padre que se ha pasado la vida varias veces. Y las que quedan.

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