
Editorial: El descenso de la tercera ola y vacunas que llevan a la doble calma
Los datos de la evaluación semanal que ofrece la Comunidad de Madrid todos los martes sobre la tasa de incidencia en municipios y zonas básicas de salud comienzan a ser halagüeños. Tras el repunte producido por las fechas navideñas, el descenso comienza a ser evidente y municipios como San Lorenzo de El Escorial ven reducida casi a la mitad la tasa en solo una semana.
En Collado Villalba, donde la cepa británica, más contagiosa que la original, se ha cebado especialmente, se desciende ya de los mil casos por cada 100.000 habitantes. Es sin duda una buena noticia observar esta tendencia que ha sido motivada por las decisiones del gobierno regional pero también, más, si cabe, por la conciencia colectiva que ve luz al final del túnel.
El inicio de la vacunación ha supuesto una doble protección. Por un lado la de nuestros mayores y personal sanitario que toca muy de cerca. Es por ello que en vistas a ello, y a que, sea cuando sea, a todos nos llegará el momento del doble pinchazo, se haya extremado la prudencia a nivel individual.
Las prisas por la vuelta a la normalidad han quedado detenidas en el imaginario conjunto por la calma ante lo que está por llegar que es la vacunación del total poblacional. Un hecho que ha de servir también para sentar las bases de la recuperación progresiva, calmada pero seria, de la región y el país que queremos ser. Los buenos datos han de tomarse como un ejemplo de que han de ser mejores cada semana. Es la única y la más eficaz manera de construir un futuro, por ahora, incierto.